La ultraderecha no es fascista

Como hemos visto en los últimos días, de acuerdo a declaraciones de algunos políticos en México, existe una narrativa de algunos miembros del conservadurismo mexicano, que pretende revivir el conflicto de 2 corrientes ideológicas del siglo pasado, específicamente el de la guerra fría. Para este grupo de la derecha mexicana, el comunismo sigue tan latente y vivo como si se estuviere en pleno apogeo de la URSS y sus influencias alrededor del mundo.

Por supuesto que, esto a ser completamente absurdo, no deja de sorprender que existan corrientes políticas que a estas alturas revivan fantasmas para construirse un discurso que quepa en los problemas de nuestras sociedades modernas. Aunque por parte de la derecha no se extraña mucho, puesto que una de sus principales herramientas para la construcción de su capital político, es precisamente la del uso del miedo y la construcción de enemigos inexistentes para con ello justificar sus acciones en el poder.

Hasta aquí no hemos dicho nada que no se sepa, sin embargo no puedo negar que dentro de la izquierda exista cierta contraparte del temor a esos fantasmas del pasado. Con la visita del partido VOX en México y su encuentro con el PAN, se generaron un conjunto de críticas hacia estas acciones, tales que los mismos impulsores de esta agenda de Acción Nacional decidieron echar atrás, aceptando que había sido un grave error haberse reunido con el partido ultraderechista español. Por otro lado, dentro de las distintas opiniones, se empezó a hablar sobre el surgimiento de la amenaza fascista que representa la ultraderecha de VOX y por supuesto los brazos extremistas del PAN que siempre han estado ahí.

El fascismo fue una corriente ideológico-política que vio su surgimiento en el año de 1919 con la fundación del grupo «Fasci italiani di combattimento» en Milán Italia, su principal promotor fue Benito Mussolini, ex dictador italiano cuyo movimiento político se convertiría en referencia para los regímenes totalitarios de Europa, que en conjunto con el contexto social y económico por el cual pasaba Europa, daría origen a uno de los más grandes conflictos de la humanidad, la segunda guerra mundial (1939 – 1945).

Pero entonces ¿Cuáles son las características del fascismo y porqué es usado para referirse a la ultraderecha?, si bien el fascismo y la ultraderecha comparten similitudes, no son lo mismo, algunas características del fascismo son la de la utilización de la fuerza para eliminar toda oposición, la utilización de la violencia para obtener el poder, supresión de derechos humanos como el derecho al sindicalismo obrero, supresión de cualquier intento de participación demócrata y la instauración de estados totalitarios, principalmente militares. La confusión con la extrema derecha es que ésta es la base ideológica del fascismo pero sin recurrir a prácticas totalitarias.

“¿Qué es la ultraderecha? Cualquier movimiento que se oponga a los principios de la Revolución Francesa de igualdad y libertad, que afirme la primacía de la nación, pero sin necesariamente tener una organización totalitaria o una ambición de expansión imperialista. Sin el régimen totalitario, sin la sumisión de la sociedad en un sistema jerárquico militarizado no es posible hablar de fascismo.” [i]   

Al final de todo, el fascismo nació en 1919 y muere en 1945, pero entonces si se parecen tanto sin aparentemente ser lo mismo ¿Por qué es importante aclarar la diferencia?, porque si bien la ultraderecha y su agenda siguen latentes y vivas, han sabido adaptarse a las circunstancias actuales, pretendiendo a través de la soberanía popular, legitimar discursos xenófobos, racistas, clasistas y nacionalistas. Por ejemplo el surgimiento de movimientos autodenominados “libertarios” los cuales ven en la existencia del estado una amenaza y a derechos fundamentales como la educación como una forma de adoctrinamiento, hace que tengamos que replantearnos para nuestra era moderna cuales son las nuevas y verdaderas amenazas para las libertades humanas, en ese sentido la izquierda o cualquier persona progresista, deberá de dejar de ver en la melancolía de las luchas del pasado para centrarse en las verdaderas amenazas del presente, las cuales curiosamente surgen por los nuevos retos de nuestros sistemas democráticos.


[i] https://www.bbc.com/mundo/noticias-47576763

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